El día 30 a las 10:00 de la mañana, 23 mujeres invadieron la ciudad de Palencia. Armadas con sus bocadillos y sus ganas de pasar un buen día acudieron dispuestas a recorrer todos los rincones de la capital palentina.

El Cristo del Otero, una monumental imagen de cristo de más de 20 metros, fue la primera parada. Aprovechando la parada disfrutaron de la ermita y el Centro de Interpretación de Victorio Macho.

Después de reponer fuerzas con el desayuno la segunda parada “La Bella Desconocida”, la Catedral palentina. Sin duda el lugar que más disfrutaron las viajeras.

Tras la visita guiada a la catedral un pequeño recorrido por el centro de la ciudad contemplando lugares como la fachada del Colegio Villandrando, la Plaza Mayor, el edificio de Diputación, la Plaza De Abastos, el Teatro y la Iglesia De Las Claras con su Cristo al que cuenta la creencia popular que le crece el pelo y las uñas. Parada obligatoria para todo aquel que visite la pequeña capital castellana.

La comida tuvo lugar en uno de los incontables parajes verdes que pueblan Palencia, junto al río y muy cerquita del Puente Mayor. Y a un paso del Museo del Agua, penúltima parada del viaje. Un espacio de conocimiento, de sensibilización y de entretenimiento junto a la Dársena del Canal, otro de esos pequeños rincones con encanto que pueden disfrutarse en Palencia.

Las últimas horas de la tarde las dedicaron a sus menesteres, tiempo libre para todas, en las que algunas reposaron del día en el Parque Cervantes, otras  a seguir ampliando sus conocimientos  visitando el Museo de la Medicina y el resto de tiendas y bares.

Serían las 20:30 aproximadamente cuando concluirían la excursión iniciando viaje de vuelta a Fresno con muy buen sabor de boca después de un día muy agradable.