Iglesia de San Juan Bautista

Resultado de la mezcla de dos estilos arquitectónicos

Plaza Mayor

De miércoles a domingo:
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Frente a nosotros la iglesia de San Juan Bautista. Declarada Bien de interés cultural en el año 1931.

La iglesia parroquial de Fresno el Viejo está dedicada a San Juan Bautista bajo cuya advocación la pusieron los fundadores Sanjuanistas en el siglo XII cuando la recibieron como donación de Doña Urraca. Es un bello ejemplar digno de ser admirado, resultado d la mezcla de dos estilos arquitectónicos que dejaron huella en Castilla y León, el Románico y el Mudéjar.

La planta es de tipo Basilical con la cabecera románica del S. XII y el resto de estilo Mudéjar del S.XIII.

De fabrica de ladrillo y mampostería, con ábsides y torre cuadrada a la cabecera. Posee una decoración a base de arcadas ciegas de medio punto y rectángulos que recorren los muros. Destaca en la actual puerta de entrada un arco de medio punto y en sus ábsides unas armoniosas ventanas en piedra.

El interior está formado por tres naves que concluyen en igual número de ábsides, siendo la central más ancha y larga que las otras dos.

Pilares cruciformes con arcos apuntados, se cierran con bóvedas de arista y yeserías del SXVIII.

Se conservan columnas Románicas rematadas con capiteles en buen estado que datan del S. XII. Merece especial atención el Sepulcro del Comendador D. Hernando de Cárdenas, Gótico-Mudéjar del último tercio del S. XV, situado en un lateral de la capilla mayor el cual luce yeserías de estilo Cisneros que una obra notable en su género.

El ábside de la nave central alberga unos frescos Románicos encontrados durante la restauración que se llevó a cabo en el templo, en ellos podemos ver un Pantocrátor y escenas de la vida de San Juan Bautista a quien está dedicada la iglesia.

Las capillas absidales laterales cubiertas también con bóvedas de piedra de casquete apuntado cuenta con retablos barrocos del siglo XVII, apoyados cada uno de ellos en cuatro columnas Salomónicas decoradas con hojas de vid y racimos de uvas.

El templo también alberga parte del artesonado Mudéjar, se presume que en su día cubría toda la techumbre del mismo. Su decoración central está formada por un mocárabe y a partir de ahí un intrincado puzle de piezas de madera policromada lleno de simbología a veces difícil de interpretar.

A partir de los arcos totales comienza bruscamente el mudéjar que con toda elegancia se desarrolla en el interior y exterior del templo.